HERMOSO DESASTRE

Hoy me ha dado por abrir cajones y desempolvar textos casi olvidados.

Me he topado con mi primera novela, redactada con máquina de escribir de esas de las que ya casi no hay, allá en el verano del 95, siendo todavía menor de edad.

Recuerdo que cada mediodía, cuando todos se echaban la siesta en el pequeño terreno familiar junto al Casar de Cáceres, yo me iba a la parte trasera de la casa y, a la sombra, golpeaba las teclas durante un par de horas. Así , mis dedos índice (sin ayuda del resto) lograron la hazaña de escribir casi ciento ochenta páginas.

Recuerdo esta primera aventura con cariño, aunque sé que si me adentro en sus páginas voy a encontrar un desastre. Mi desastre. Mi hermoso desastre.

Sigo peleándome con mi nueva futura novela (a ver si de una vez…), pero sé que tarde o temprano volveré a esa primera vez, aunque sea para pasarla a word.

Seguro que encuentro algo que rescatar.

Porque siempre hay algo que rescatar.

 

Leave A Comment