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“Yo he visto a la muerta de la curva”.
Así empieza la nueva novela de José Viera, con una primera frase que te hace pensar: “¿De qué coño va esto?” No es una novela de terror, ni de monstruos, ni de misterio o intriga. “Sí, vale, pero entonces, ¿de qué va?”
Pues va de emociones que son como un puñetazo en la boca del estómago.
Va de la derrota y del largo camino hasta ponerse en pie. Pero... ¿a cualquier precio?
Va de perderse y de encontrarse. “Te hemos encontrado. Es nuestra especialidad, ya te lo dije: Perdernos y encontrarnos”.
Va de lo solos que nos sentimos a veces y de cómo nos agarramos a la primera persona que nos recuerda que la salvación es posible, aunque sea aferrarse a un clavo ardiendo que nos dejará una dolorosa quemadura para siempre.
Va de sensaciones que quizás hayas tenido y te dirás: “Esto lo conozco demasiado bien”, y te asustará reconocerte en algún momento de la vida de los personajes.
Va de explorar, de seguir esas sensaciones, pensamientos y sentimientos hasta el rincón más sucio del cerebro.
Va de sobrevivir, y para lograrlo no vale hacerlo de cualquier modo, sino que debe hacerse de la forma más rabiosa, cruel y hasta inhumana posible para con uno mismo. Porque ésa es la única manera de volver a ser humano.
De eso va la novela más cruda, más sincera, más llena de humor negro, de extraños guiños que no entenderás, más... más todo de José Viera. No te la pierdas. Puede que te sorprenda.
