OLIMPIADAS: NOS TIENEN CALADOS
Anoche se impuso la lógica, por mucho que tantos y tantos quieran negarlo:
EL MUNDO NOS TIENE CALADOS Y NOSOTROS SIN SABERLO… O SIN QUERER VERLO.
¡Qué desastre que no nos concedan los Juegos Olímpicos! ¿Qué va a pasar ahora con tantas instalaciones ya construidas? ¿Qué va a pasar con esa promesa de inyección de dinero a raudales, con todos esos miles de puestos de trabajo que iban a ser creados y con todos esos turistas que se van a quedar sin conocer nuestra capital? Malditos miembros del COI… Con lo bien que lo habíamos hecho, con lo bonito que había quedado todo… Hasta se había montado una fiesta de celebración en la Puerta de Alcalá… Nosotros los españoles, vendiendo la piel del oso antes de cazarlo… Eso me suena.
Sí, me da pena por todos esos puestos de trabajo perdidos, pero nada más. Por lo demás, ME ALEGRO.
Y me alegro por lo siguiente: ESTA ÚLTIMA HOSTIA ES UNA LLAMADA DE ATENCIÓN, UN AVISO DEL MUNDO PARA QUE DESPERTEMOS Y NOS DEJEMOS DE GILIPOLLECES DE UNA VEZ POR TODAS, DEJAR DE HACER LAS COSAS TAL Y COMO LAS HACEMOS (AY AY AY) Y EMPEZAR A DAR LOS PASOS CORRECTOS, aunque para ello haya que empezar cortando cabezas (imprescindible, diría yo).
Hay que darse cuenta de que:
1. El mundo no está ciego. Al contrario, lleva años observando cómo nos tiramos los trastos a la cabeza (estos simpáticos políticos nuestros), cómo saltan uno tras otro casos de corrupción que nuestras autoridades se apresuran a ocultar en lugar de erradicarlos (si cubres una herida sin haberla limpiado antes, la lógica nos dice que empeorará), cómo estamos de jodidos económicamente con la crisis y cómo nuestra sociedad se muere.
El mundo lleva años viendo todo esto y nosotros, incrédulos, como siempre, pensamos que porque nos gastemos el dinero que no tenemos, nos demos palmaditas diciendo que somos los mejores, hagamos un poco de publicidad y pongamos un par de vídeos bonitos van a creer que estamos listos para alto tan gordo como cubrir con garantías unos Juegos Olímpicos. ¡Y una mierda! Si están viendo que no nos fiamos los unos de los otros, que no limpiamos nuestra propia mierda…. ¿por qué deberían fiarse ellos?
2. Si quieres vencer y convencer, no puedes mandar a gente incompetente que te haga quedar como el culo. Como ejemplo, nuestra amiga Ana Botella y su estupendo dominio del inglés. ¡Anda y no me jodas! No podemos permitirnos dirigentes así. Ésta es la imagen de España que ofrecemos: catetada, ignorancia e incultura, lo cual no está precisamente alejado de la realidad. Lo mismo vale para el resto de autoridades enviadas: en su mayoría palurdos chupasangres que ningún bien nos hacen. ¿Cuándo aprenderemos a elegir de forma correcta a nuestros dirigentes? ¿Cuándo aprenderemos que ya no nos valen las promesas?
3. Tal y como están nuestras instituciones, LOS JUEGOS OLÍMPICOS NO ERAN MÁS QUE OTRA OCASIÓN ESTUPENDA PUESTA EN BANDEJA PARA QUE TODOS NUESTROS MANGANTES PROFESIONALES (QUE SON MUCHOS) DEMOSTRASEN SUS HABILIDADES E INGENIO A LA HORA DE APROPIARSE DE LO AJENO O DE PREVARICAR A SUS ANCHAS, además de una ocasión más para que nuestros dirigentes demostrasen su incompetencia a la hora de gestionar dinero público (ojo que no seríamos el primer país en hundirse económicamente tras unos juegos, véanse los ejemplos de Toronto y Atenas, por una inepta gestión, y eso de hundirnos cuando ni siquiera hemos salido de la última…) Si pensáis que no pasaría…. porque que yo sepa nada ha cambiado. Y esto sólo se soluciona cortando la cabeza de la serpiente. Hay que cortar muchas cabezas, de muchas serpientes, a todos los niveles. Sólo así este país recuperará credibilidad, dejándose de gilipolleces, no pasando ni una y sacando el hacha. Let there be blood!
Me alegro porque estábamos ciegos y el mundo, no dándonos los Juegos Olímpicos, nos está diciendo que nos quitemos la venda, que prefieren Japón con su problema nuclear pero transparente a la hora de tratarlo a un país de mangantes, falsos, mentirosos y aprovechados. Nos está diciendo que tenemos una crisis mucho más grave que la económica y que tenemos que hacernos cargo de ella… a base de machetazos. Y para eso tenemos que empezar por nosotros mismos. Creer en nosotros mismos para que los demás puedan creer en nosotros. Limpiarnos, ponernos bajo el agua y coger el estropajo, que estamos muy sucios.
Me alegro de veras de que no nos diesen los Juegos Olímpicos, sencillamente porque NO NOS LOS MERECÍAMOS.
Y mañana… mañana empieza un nuevo día y una nueva oportunidad para redimirnos, aunque me temo que no la aprovecharemos porque este país y sus dirigentes son así. Seguiremos siendo mezquinos, seguiremos sin fiarnos de nosotros y seguiremos tirándonos piedras. Así el mundo no se fiará nunca de España.
Como yo: no me fío ni de mí, menos me voy a fiar de un español.
Al fin y al cabo, desconfianza es lo que tenemos.
Por lo tanto, desconfianza es lo que nos merecemos.